“Lo disperso se convierte en un todo si logra encontrar un centro y actuar centrado, ya que tan sólo a través de un centro lo diverso se hace esencial y real; su plenitud, empero, nos parece simple, casi poca cosa, como una fuerza tranquila dirigida a lo próximo, permaneciendo abajo y cerca de aquello que sostiene.
Para experimentar o transmitir la plenitud, por tanto, no necesito saber, ni decir, ni tener, ni hacerlo todo, uno por uno.
El que quiera llegar a la cuidad, entra por un solo portal. El que toca una campana una vez, con sólo ese tono hace sonar muchos otros más. Y el que coge la manzana madura, no necesita averiguar su origen: la tiene en su mano y la come.
… el que vacila para actuar, porque pretende saber más de lo que el siguiente paso le permite ver, pierde lo que es efectivo.”
Bert Hellinger